El Producto Interno Bruto (PIB) es uno de los indicadores más importantes para medir la salud económica de un país. En el caso de la India, este indicador mostró una desaceleración en el último trimestre, después de registrar una tasa de crecimiento del 8,1% en el mismo periodo del año fiscal 2023-2024 y del 6,7% entre abril y junio de este año.
Según los datos publicados por el gobierno indio, el PIB del país creció un 5,4% en el trimestre de julio a septiembre, lo que representa una desaceleración en comparación con los trimestres anteriores. Sin embargo, a pesar de esta desaceleración, el crecimiento sigue siendo positivo y muestra la resiliencia de la economía india en medio de un contexto global incierto.
Esta desaceleración en el crecimiento del PIB se debe principalmente a la caída en la demanda interna y a la desaceleración en la inversión privada. Además, la economía india también se ha visto afectada por la desaceleración en el crecimiento de las principales economías mundiales, como China y Estados Unidos.
A pesar de estos desafíos, el gobierno indio ha tomado medidas para impulsar el crecimiento económico y mantener la estabilidad en el país. Una de estas medidas es la reducción de las tasas de interés por parte del Banco de la Reserva de la India (RBI), que ha permitido una mayor disponibilidad de crédito para las empresas y los consumidores.
Además, el gobierno también ha implementado reformas estructurales para mejorar el clima de negocios en el país y atraer inversiones extranjeras. Estas reformas incluyen la simplificación de los procedimientos para hacer negocios, la liberalización de las políticas de inversión extranjera y la implementación de un sistema de impuestos más transparente.
Estas medidas han dado resultados positivos y se espera que el crecimiento económico de la India se recupere en los próximos trimestres. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que el PIB del país crecerá un 6,1% en el año fiscal 2020-2021, lo que lo convierte en una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo.
Además, la India sigue siendo un destino atractivo para los inversores extranjeros, ya que ofrece un mercado en crecimiento, una fuerza laboral joven y altamente capacitada, y un ambiente empresarial favorable. Esto se refleja en el aumento de la inversión extranjera directa en el país, que alcanzó un récord de 64.37 mil millones de dólares en el año fiscal 2018-2019.
Otro factor que contribuye al crecimiento económico de la India es el sector de servicios, que representa más del 50% del PIB del país. Este sector ha mostrado una resiliencia notable en medio de la desaceleración económica global y se espera que siga creciendo en los próximos años.
Además, el gobierno indio también está trabajando en iniciativas para impulsar el crecimiento en otros sectores, como la agricultura y la industria manufacturera. Estas iniciativas incluyen la implementación de tecnologías avanzadas en la agricultura y la promoción de la fabricación local a través de la iniciativa “Make in India”.
En resumen, aunque el PIB de la India ha mostrado una desaceleración en el último trimestre, el país sigue siendo una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. Con medidas gubernamentales para impulsar el crecimiento y un sector de servicios en auge, se espera que la economía india se recupere en los próximos trimestres y continúe su camino hacia el desarrollo económico y social.