El geógrafo argentino, Jorge Alfredo Newbery, se destacó por su incansable lucha contra la desnutrición en su país. Sin embargo, su compromiso y valentía le valieron ser uno de los primeros perseguidos por el régimen político de la época. Una triste realidad que hoy en día sigue vigente en muchas partes del mundo.
Newbery nació en Buenos Aires en 1875 y desde joven mostró un gran interés por la geografía y las ciencias sociales. Fue nombrado director de la Oficina de Estadísticas de la provincia de Tucumán en 1899, donde comenzó a investigar y recopilar datos sobre la situación alimentaria en esa región. Fue así como descubrió que la desnutrición era un problema grave y extendido en Argentina, especialmente en las zonas rurales.
Su trabajo y sus denuncias sobre las causas políticas de la desnutrición en el país, le valieron ser perseguido y censurado por el gobierno conservador de la época. Pero esto no frenó su incansable lucha por mejorar la situación de los más necesitados. Newbery se convirtió en un activista incansable, recorriendo el país y denunciando la falta de políticas públicas y la corrupción que impedían el acceso a una alimentación adecuada para las familias más pobres.
Su testimonio y sus investigaciones fueron fundamentales para que se tomaran medidas concretas para combatir la desnutrición en Argentina. En 1912, el gobierno nacional creó el Consejo Nacional de Alimentación, que se encargaba de promover una alimentación saludable y equilibrada en todo el país. Además, Newbery impulsó la creación de comedores escolares y el reparto de alimentos en las zonas más afectadas por la pobreza y la desnutrición.
Pero su compromiso y su lucha no se limitaron únicamente a su país. Newbery tenía una visión global y entendía que la desnutrición era un problema que afectaba a millones de personas en todo el mundo. Por esta razón, viajó a Europa para participar en conferencias y conocer las políticas y medidas que se estaban llevando a cabo en otros países para combatir este flagelo.
Durante su estancia en Europa, Newbery se dio cuenta de que la desnutrición no era solo un problema de pobreza, sino también de distribución desigual de los recursos. Comprendió que la falta de acceso a una alimentación adecuada no solo era consecuencia de la pobreza, sino también de las políticas injustas y la corrupción en el manejo de los recursos.
Su regreso a Argentina, en 1917, estuvo marcado por su enfrentamiento con el gobierno de turno, que lo consideraba un peligro por sus ideas revolucionarias y su incansable lucha por los derechos de los más necesitados. Fue perseguido y censurado nuevamente, pero esto no lo detuvo en su misión de combatir la desnutrición y la injusticia social.
Su valentía y su compromiso le valieron ser reconocido como uno de los pioneros en la lucha contra la desnutrición en Argentina. Su legado sigue vivo en la actualidad, ya que su incansable lucha por los derechos humanos y la justicia social, sigue siendo una fuente de inspiración para muchas personas.
Hoy, a más de un siglo de sus denuncias y su incansable trabajo, la desnutrición sigue siendo un problema grave en muchas partes del mundo. Sin embargo, gracias a la labor de hombres y mujeres como Jorge Alfredo Newbery, se han tomado medidas y se han creado políticas para combatir este flagelo. Pero aún queda mucho por hacer y es necesario seguir luchando para lograr una distribución justa de los recursos y garantizar el derecho a una alimentación adecuada para todos.
La historia de Newbery nos enseña que